martes, 16 de noviembre de 2010

Efectismo v/s Desarrollo. Los remedios para la educación

Efectismo, el empeño en lograr impactos medibles en un corto plazo y sin darle importancia a los procesos de desarrollo. La idea es que la suma de pequeños éxitos refleja un estado de bienestar general. Un ejemplo de esto es la reconstrucción. Analíticamente, el concepto de reconstrucción se refiere a un proceso en que se debiera revertir el estado de destrucción que provocó el terremoto de febrero. El foco territorial comprende parte de la zona central del país, es decir, desde la sexta a la octava región, con énfasis en algunas comunas que resultaron más afectadas que otras. Discursivamente, se habló, desde el gobierno, de la reconstrucción del país, haciendo hincapié en un nuevo estilo que busca hacer mejor o mejorar lo que ya estaba hecho. Hasta acá el único problema es que la zona central no representa al total del país, por muy afectado que se encuentre el ánimo de todos los compatriotas desde el extremo norte hasta la tierra del fuego. El discurso aguanta porque es un vehículo de propagación de intenciones y por último se lee o se escucha y no hace más que dar directrices de análisis ante la evidencia del hecho: la diferencia entre lo que se dice y lo que se hace. El efectismo se manifiesta en la cuenta de casas entregadas, de luminarias repuestas, de caminos o calles rehabilitadas, de colegios de emergencia, de luz, de agua, de botes y caletas, en fin, una cuenta relativa de cifras que ponen acento en un proceso lineal de reconstrucción. Entonces, hay un efecto, un estilo que indica una capacidad innegable de movilizar recursos materiales y administrarlos de manera eficaz. Esto es efectismo, y los efectos tienen la virtud de acumularse y sumarse de manera de contarlos, apilarlos y mostrarlos como indicadores funcionales. Sin embargo, el efectismo no puede comprender un proceso de desarrollo porque se manifiesta como un ejercicio lineal y no escalar.

El desarrollo es un proceso que tiene algo vectorial. Tiene dirección, sentido y velocidad. Dirección pues apunta a un modelo propio, inventado o readecuado, que es una mezcla entre los dos primeros. Una vez en los años de atrás, se hablaba mucho de la realidad social de la Europa Danesa o Noruega, y se pretendía como modelo o norte de desarrollo. su Dirección. A poco andar y pisar las cascaras de los huevos ignorados de nuestra cultura, se entendió que no se puede apuntar a contextos que no se nos acercan en nada y se abortó esa compulsión por "ser como...". Comenzamos a acercar el concepto de desarrollo comprendiendo que el ingrediente principal está en la historia y el contexto social. Es divertido que el consenso final le hincara la responsabilidad a la educación. Como una fabrica del recambio de los hombres y mujeres no desarrollados que somos, muy apocalíptico y tétrico para nosotros, los mal educados. En fin, la educación hoy mide sus progresos no en el egreso de estos hombres recambio, sino que en los efectos de la inyección de recursos atomizados y medidos con instrumentos parciales en el tiempo y en la acción.

Volviendo al Desarrollo, también tiene velocidad pues se compone de una serie de planes y programas que, eficientes o no, tienen un tiempo determinado de implementación y evaluación, entonces su velocidad depende de la relación avance - tiempo. La dimensión de sentido es la que se riñe en su relación de eficiencia entre un proceso lineal (efectista) y escalar como la consecución de avances para seguir con la progresión oblicua, ascendente. Desde acá, sólo digo que es imprescindible para todo proceso de desarrollo la construcción de indicadores de evaluación contextuados en los escaños de progreso y en las particularidades sociales y culturales que dan coherencia a la dirección del desarrollo para avanzar en el sentido escalar que es mucho más seguro pues otorga terrazas de sistematización y evaluación. De esta manera, cumplir con un ritmo o velocidad que de variar, lo haría como efecto de rectificación de los agentes que atentan contra el sentido. Eso, el sentido es lo cercano a la metodología, ¿cómo hacemos lo que queremos hacer?, en esto el cómo indica un proceso dinámico que exige evaluación para seguir con un nuevo paso, como dije, oblicuo y ascendente en su sentido.

Tomando el caso de la educación, tenemos que, al parecer, no se está en busca de un proceso de desarrollo escalar - pongamos que es redundante hablar de desarrollo escalar, el desarrollo es escalar, asi que, al hablar de desarrollo, queda claro que consideramos dirección, velocidad y sentido. y, al hablar de un proceso ajeno a esto, hablamos de efectismo o proceso efectista (medible y acumulable, no desarrollista al no tener sentido, al menos el sentido que se operacionaliza acá)- entonces, considerando las medidas remediales que aparecen de vez en cuando, nos afectamos de la ausencia de un guión claro de desarrollo. El estilo en la trinchera de la reflexión ha dado frutos con recetas diversas que van desde la profesionalización de la labor administrativa de los cuerpos directivos, a la usanza de las empresas de prestación de servicios, por ejemplo. La idea parece ser, en este caso, la de fomentar la entrega de servicios educativos basados en la buena gestión de recursos humanos (profesionales y de asistencias) y materiales (infraestructura, monetarios, entre otros.) Otra vertiente es la de la modificación del curriculum escolar en atención a los malos resultados de evaluación que se logran con los instrumentos aplicados. El instrumento de evaluación estrella es el SIMCE, que es una prueba de ejercicios que mide el desempeño del contenido, no su aplicación, su desempeño.

Con todo, las medidas pueden resumirse como el empeño en mejorar los resultados de la medición basándose en una correcta disposición de los recursos con que cuenta cada establecimiento. En este sentido, los impactos numéricos se podrán acumular y ranquear para configurar un listado de establecimientos más o menos efectivos, respecto del modelo remedial. Hasta acá, un problema, una receta y efectos esperados. Pero, ¿Cómo se configura un avance de desarrollo del panorama de la educación a nivel país, con este modelo?


viernes, 5 de noviembre de 2010

Redes Sociales o el real dominio de la pelotita.

15.000 renuncias al CDF Premium. Hoy escuchaba en la radio Cooperativa esta cifra que aparece como respuesta frente a las elecciones de la ANFP, que seguí a través de la misma radio y del diario El Mostrador. Claro, podemos decir que estamos de acuerdo o no con el proceso eleccionario y decir además, que el fútbol se resiente como actividad deportiva y de masas: son las masas las que financian con la entrada y otros gastos la viabilidad económica del negocio. Hasta acá, solo problemas éticos ¿Es bueno zanjar la discusión diciendo que el gozo del pueblo está en los noventa minutos que dura el partido, en la satisfacción que representa ganarle al rival o en abanderarse con los colores del club de los amores y que otra cosa es el negocio empresarial que mantiene a los clubes y los hace crecer económicamente? No lo se bien. Una cosa si es importante y es que el entrenador Marcelo Bielsa representa una visión concordante con los lesos que soltamos las lágrimas con cada campeonato ganado por nuestros clubes, con cada gol imposible en el último minuto, con la visión de la barra y el estruendo colorido cuando entra el equipo saludando a la afición. Eso no tiene precio. El sístole y el diástole atrofiados por el cometido de los 11 en la cancha. El negocio, bueno, el negocio fue la moneda de cambio cuando los grandes estuvieron en quiebra y con el corazón dijimos que si, que entren los maletines con dinero para salvar los colores y claro, no lo iban a hacer por bolitas de dulce.

El tema es complejo pero hay algo más, algo sorprendente. 15.000 renuncias al canal del fútbol que fueron coordinadas por las redes sociales (feisbuc, tuiter y blogs), Me dicen que espere a que pase el clásico del domingo porque se multiplicarían las renuncias. El CDF cuesta $5.000 aprox. mensual, es decir se han retirado 75 millones de pesos del negocio entre ayer y hoy. Interesante. No me puedo abstraer del hecho que el principal vehículo ha sido las redes sociales, una lección de comunicación cuando las comunicaciones están del lado que ya sabemos, un fenómeno que hace renacer la idea de organizarnos contra lo que consideramos injusto, en el área que sea, el Empeño es contestar, manifestarse o manifestarnos. El Desempeño cuenta con un vehículo importante y veremos que va pasando.